Se abordan los temas de gobierno electrónico, gobierno digital, tecnologías de información y gobierno, etc.

10 marzo 2024

El futuro no es lo que solía ser: Desmitificando a la Inteligencia Artificial



En el apasionante y siempre cambiante mundo de la tecnología, es común encontrarnos con predicciones que, mirando hacia atrás, resultan ser profundamente erradas. Tanto por un exceso de optimismo como por una falta de comprensión completa de las capacidades de las nuevas tecnologías, los seres humanos hemos demostrado ser propensos a cometer equivocaciones. Tres casos notables de estos desaciertos en el pasado incluyen la paradoja de la productividad, el problema del año 2000 y las predicciones equivocadas sobre la interacción entre humanos y computadoras.

Paradoja de la productividad: En la década de 1980, muchos expertos en economía y tecnología predijeron que la creciente adopción de computadoras en el lugar de trabajo conduciría a un aumento significativo en la productividad laboral[1]. Sin embargo, esta predicción no se materializó inicialmente, lo que llevó a lo que se conoce como la "paradoja de la productividad": aunque las empresas estaban invirtiendo en tecnología, no estaban viendo los aumentos de productividad esperados. Una explicación a esta aparente paradoja es que las mediciones tradicionales de la productividad no reflejan adecuadamente los beneficios de la tecnología informática, la cual permite rediseñar procesos, productos, etc., con lo cual la medición tradicional pierde sentido.

Predicción errónea sobre la interacción humano-computadora: En las primeras etapas del desarrollo de la informática, se creía ampliamente que los humanos tendrían que aprender lenguajes de programación complicados para interactuar con las computadoras. Se pensaba que solo aquellos con conocimientos técnicos avanzados podrían aprovechar al máximo el potencial de la tecnología. Sin embargo, con el tiempo, las interfaces de usuario se volvieron más intuitivas y accesibles, permitiendo que una amplia gama de personas pudiera utilizar la tecnología de manera efectiva sin la necesidad de conocimientos especializados.

Problema del año 2000: A medida que se acercaba el cambio de milenio, surgió una creciente preocupación sobre el posible colapso de sistemas informáticos debido a la forma en que se habían programado las fechas. Muchos expertos temían que el cambio de los dos dígitos finales del año (de 99 a 00) causaría fallas masivas en sistemas informáticos en todo el mundo[2]. A pesar de los esfuerzos de preparación, el cambio de milenio pasó sin incidentes significativos, y el temido "problema del año 2000" resultó ser menos grave de lo que se temía.

El nuevo cuco: La Inteligencia Artificial

Ahora, en el siglo XXI, nos enfrentamos a una nueva predicción: el temor de que la inteligencia artificial (IA) sea perjudicial para el ser humano. Si bien es comprensible que existan preocupaciones legítimas sobre el impacto de la IA en la sociedad y en la fuerza laboral, es importante recordar los errores del pasado al evaluar estas predicciones.

La IA, en su forma actual, es una herramienta poderosa que puede mejorar la eficiencia, la precisión y la conveniencia en una amplia variedad de industrias. Desde la atención médica hasta la logística y la atención al cliente, la IA ya está demostrando su capacidad para revolucionar procesos y mejorar la calidad de vida.

¿La IA es totalmente inofensiva? Tampoco decimos eso. Por ejemplo la “singularidad tecnológica”[3] es totalmente posible, y cualquiera de nosotros lo puede demostrar preguntándole a ChatGPT o Gemini “¿qué mejoras tendría una siguiente versión de ti?”.

Otro punto preocupante es la creación de armas con IA capaces de seleccionar y atacar objetivos de manera autónoma, solos o en “enjambre” inteligente[4].

Lo único cierto, a estas alturas, es que no somos tan buenos para predecir el impacto de la tecnología y que siempre nos sorprenderá con nuevos desafíos y oportunidades.



[1] Solow, R. (1987): We’d Better Watch Out, revisión de S.S. Cohen y J. Zysman, Manufacturing Matters: The Myth of the Post-Industrial Economy, New York Times Book Review, 36.
Se puede leer en: https://www.standupeconomist.com/pdf/misc/solow-computer-productivity.pdf

[2] https://www.britannica.com/technology/Y2K-bug

[3] https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/10/141003_singularidad_finde_dv

[4] https://moderndiplomacy.eu/2023/11/26/a-i-controlled-killer-drones-become-reality/



05 junio 2023

Chat GPT, su uso y las otras inteligencias artificiales



Durante la fase de pruebas del ChatGPT, los investigadores le pidieron al modelo que resolviera el siguiente problema matemático:

"Dos trenes salen de diferentes ciudades, uno viajando a 60 km/h y el otro a 80 km/h. ¿Cuánto tiempo lleva al tren más rápido alcanzar al tren más lento si la distancia entre las ciudades es de 200 km?".

GPT-3 proporcionó una respuesta precisa y detallada, calculando el tiempo requerido para que el tren más rápido alcance al tren más lento.

Sin embargo, lo sorprendente aquí es que ChatGPT en realidad no comprende conceptos como velocidad, distancia o tiempo de la manera en que lo haría una persona. Lo que hizo para resolver el problema fue basarse en patrones y asociaciones aprendidos de los datos de entrenamiento y generó una respuesta plausible utilizando su capacidad para inferir relaciones matemáticas básicas.

Los modelos de lenguaje, el núcleo del ChatGPT
Un modelo es una representación (siempre incompleta) de algún fenómeno de la realidad. Dado que en un computador se puede construir casi cualquier modelo (visual, matemático, etc.), siempre ha existido la idea de “modelar” el lenguaje natural.

Un modelo de lenguaje entonces es una representación computacional que permite a las máquinas entender -y producir- lenguaje natural. El software que ejecuta un modelo de lenguaje es un sistema de inteligencia artificial (IA), que ha sido entrenado en una gran cantidad de texto para aprender las reglas gramaticales, las estructuras lingüísticas y las relaciones entre palabras en un determinado idioma o conjunto de idiomas.

El objetivo principal de un modelo de lenguaje es calcular la probabilidad de una secuencia de palabras en función del contexto anterior. Esto implica que el modelo pueda predecir la siguiente palabra o palabras en una oración dado un contexto previo. Al aprender a través de grandes cantidades de datos textuales, el modelo adquiere conocimientos sobre la coherencia, la gramática y las asociaciones semánticas en el lenguaje.

Los modelos de lenguaje pueden ser utilizados para una variedad de tareas:
  • Corrección gramatical y ortográfica: Los modelos de lenguaje pueden ayudar a identificar y corregir errores gramaticales y ortográficos en texto escrito. Los modelos pueden analizar la estructura y el contexto de las oraciones para sugerir correcciones precisas.
  • Traducción automática: Los modelos de lenguaje pueden aprender las correspondencias entre diferentes idiomas y generar traducciones coherentes y precisas.
  • Análisis de sentimiento: Los modelos de lenguaje pueden utilizarse para analizar el sentimiento en el texto, es decir, determinar si un texto transmite emociones positivas, negativas o neutras. Esto es útil en áreas como el análisis de opiniones en redes sociales, la detección de tendencias o la monitorización de la satisfacción del cliente.
  • Respuesta a preguntas: Los modelos de lenguaje pueden utilizarse para responder preguntas basadas en el contexto proporcionado. Pueden entender la pregunta y generar respuestas relevantes, utilizando la información contextual y el conocimiento previo aprendido durante el entrenamiento.
  • Generación de texto: Los modelos de lenguaje también pueden generar texto coherente y relevante en diferentes contextos. Esto puede ser útil en aplicaciones como la generación automática de resúmenes, la redacción asistida o la creación de diálogos para chatbots.
¿Qué es el ChatGPT? 
Para decirlo de manera simple, el ChatGPT es un software que se ejecuta en un sistema informático potente y utiliza una base de datos bastante grande como parte de su entrenamiento.

Ya yendo a los detalles, podemos decir que tiene las siguientes características novedosas: 
  • El “programa” que se ejecuta cuando usamos ChatGPT es un “modelo de lenguaje”, denominado GPT-3.5, el cual contiene un algoritmo avanzado de IA. 
  • Dicho algoritmo es el que permite a ChatGPT responder preguntas y generar respuestas en lenguaje natural. 
  • Los datos que se usaron para el entrenamiento de ChatGPT fueron grandes cantidades de texto, incluyendo libros, artículos, sitios web, conversaciones y otros tipos de texto. 
Las siglas "GPT" en ChatGPT significan "Generative Pre-trained Transformer". El término "Generative" hace referencia a que el modelo es capaz de generar contenido nuevo y original, como texto, imágenes o música, que se asemeje a la creatividad humana. "Pre-trained" indica que el modelo ha sido entrenado previamente en grandes cantidades de datos para aprender patrones y estructuras del lenguaje. "Transformer" se refiere a la arquitectura subyacente del modelo, que utiliza una red neuronal de tipo Transformer para procesar y generar texto de manera eficiente. O sea que GPT es un modelo de lenguaje pre-entrenado basado en Transformers que puede generar respuestas coherentes y contextuales en función de las entradas de texto que recibe.

Los modelos de lenguaje son un tipo de IA, pero existen otros tipos de IA que también se han visto favorecidos por el impulso, en los últimos años, de factores como los avances en el hardware, el aumento de la disponibilidad de datos y la mejora de los algoritmos de aprendizaje automático: 
  • IA basada en reglas: Este enfoque de IA utiliza reglas y lógica predefinidas para realizar tareas específicas. Las reglas son diseñadas por expertos humanos y el sistema sigue esas reglas para tomar decisiones y realizar acciones. Ejemplo: un sistema experto de diagnóstico médico que analiza síntomas y datos clínicos. 
  • Aprendizaje automático (Machine Learning): En el aprendizaje automático, los algoritmos se entrenan con grandes conjuntos de datos para reconocer patrones y tomar decisiones basadas en esos patrones. Puede ser supervisado, donde se proporciona información etiquetada, o no supervisado, donde el algoritmo encuentra patrones por sí mismo. Ejemplo: un algoritmo que analiza datos históricos y predice patrones de compra y ofrece recomendaciones personalizadas 
  • Redes neuronales profundas: Las redes neuronales profundas son un subconjunto del aprendizaje automático y se inspiran en la estructura y el funcionamiento del cerebro humano. Estas redes están compuestas por múltiples capas de neuronas artificiales y son capaces de realizar tareas complejas, como el reconocimiento de imágenes o el procesamiento del lenguaje natural. Ejemplo: reconocimiento de imágenes, identificación y clasificación de objetos (perros, gatos, automóviles), aplicaciones de Smart City
  • IA basada en el conocimiento: Este enfoque utiliza bases de conocimiento previas para razonar y tomar decisiones. Los sistemas de IA basados en el conocimiento utilizan una representación formal del conocimiento experto en un dominio específico para resolver problemas. Ejemplo: un sistema de recomendación de películas que usa una base de conocimientos sobre gustos y preferencias y similitudes con otros usuarios (Netflix).

Usos del ChatGPT
Con ChatGPT se puede hacer muchísimas cosas, es muy temprano para predecir todas las aplicaciones de esta singular tecnología. Los usos más comunes, a la fecha, son los siguientes:
  • Generar textos de correos, cartas, guiones, programas de clase, esquemas de libros, etc., a partir de una idea y mejor aún si se le orienta dándole contexto y propósito.
  • Creación de instructivos, tutoriales, etc., sobre productos específicos.
  • Escribir código de programas en cualquier lenguaje de programación
Evidentemente esta es una pequeña lista del potencial que tiene ChatGPT. Solo basta leer sobre las implicancias que está teniendo en el sistema educativo y en las tendencias de empleo que se están revisando a nivel mundial. Otro síntoma de lo disruptivo de esta tecnología es el auge de las empresas de tecnología ligadas a IA, como por ejemplo NVIDIA.

Si no has empezado a usar ChatGPT, te estás perdiendo de una experiencia maravillosa. Hay numerosos tutoriales en línea, así que no hay excusa, empieza de una vez.







18 diciembre 2022

Retos Digitales 2023


En el artículo “GobiernoElectrónico y Gobierno Digital” abordamos la agenda de largo plazo en Gobierno Digital, siendo básicamente que la ruta a seguir es atender las recomendaciones que la OCDE ha realizado a partir del Estudio sobre la Gobernanza Pública delPerú, específicamente su capítulo 6 "Integración del gobierno digital a la modernización del sector público".

Ya puestos a mirar la agenda de corto plazo de gobierno digital 2023, consideramos que un punto prioritario es atender el daño a la credibilidad de RENIEC y PCM-SEGDI sobre el posible mal uso de los datos personales que están alojados en bases de datos gubernamentales, a raíz de la denuncia de ASBANC de mayo de 2022. No puede ser que la información que un ciudadano entrega a una entidad pública aparezca “en Wilson” o en portales web tipo “Zorrito Run Run”. Esto es prioritario.

Otro objetivo inmediato es culminar la implementación de la iniciativa “Cero Papel”, a fin de digitalizar todo el flujo de documentos tanto al interior de las entidades como las comunicaciones entre ellas (actualmente se envían oficios), no solo por el ahorro de papel sino por las inherentes ventajas de tener digitalizada toda la información del Estado con los consiguientes beneficios de valor público.

Estos objetivos requieren un plan de acción, en el que se deben considerar las siguientes actividades:

1.     Incrementar la seguridad de la Plataforma Nacional de Interoperabilidad (antes Plataforma de Interoperabilidad del Estado - PIDE), a niveles similares a los que tiene X-Road de Finlandia, actualmente en implementación en México, Colombia, Argentina, entre otros;

2.     Adoptar un modelo de identificación digital más sencillo e inclusivo, dado el escaso impacto obtenido por el DNI  electrónico, tomando como referencia la iniciativa “Clave Única” que en Chile ha logrado incorporar en los últimos años a 14 millones de ciudadanos, mientras que en Perú apenas hay 1.9 millones de DNI-e a junio de 2022

Estas actividades no requieren mayor análisis, básicamente son indispensables, evidentes y prioritarias y deberían incorporarse a la agenda 2023 de gobierno digital.


23 octubre 2020

Recomendación del Consejo OCDE sobre Estrategias Digitales de Gobierno



 

El 15 de Julio de 2014 el Consejo de la OCDE adoptó formalmente el documento de Recomendaciones para el desarrollo de Estrategias de Gobierno Digital, con el objetivo de conseguir acercar a los gobiernos a sus ciudadanos y empresas. El documento fue desarrollado por el Grupo de Administración Electrónica de la OCDE, dependiente del Comité de Gobernanza Pública.

El documento contiene las siguientes 12 recomendaciones a tener en cuenta por los países en el desarrollo de sus Estrategias de Gobierno Digital:

1.  Incluir una mayor transparencia, apertura e inclusión de los procesos y operaciones del gobierno.

2.  Impulsar el compromiso y la participación de colaboradores públicos, privados y el conjunto de la sociedad civil en el desarrollo de políticas y en el diseño y provisión de servicios públicos.

3.  Arraigar en el sector público una cultura basada en los datos.

4.  Establecer un marco de gestión de riesgos para garantizar la seguridad digital y la preservación de la privacidad, así como adoptar medidas de seguridad efectivas.

5.  Atraer el apoyo y compromiso político para el desarrollo de las Estrategias de Gobierno Digital

6.  Asegurar el uso coherente de tecnologías digitales en las distintas áreas políticas y en los diferentes niveles de gobierno.

7.  Establecer marcos efectivos de organización y gobernanza para coordinar la implementación de las Estrategias de Gobierno Digital en los distintos niveles de Gobierno

8.  Fortalecer la cooperación internacional con otros gobiernos

9.  Disponer de modelos de negocio claros que garanticen la sostenibilidad de las inversiones en la implementación de la Estrategia de Gobierno Digital

10.Reforzar las capacidades institucionales para gestionar y monitorizar de manera sistemática la implementación de los proyectos a abordar

11.Contratar tecnología de manera innovadora, adecuada al nuevo uso que se hace de ella.

12.Garantizar que los marcos de regulación, tanto aplicables a políticas sectoriales, como los transversales, tienen en cuenta las nuevas oportunidades que ofrecen las tecnologías digitales.

El texto original está aquí: Versión original

El autor ha realizado una traducción -no oficial-, la cual presento a continuación:


Este documento presenta la Recomendación sobre Estrategias de Gobierno Digital para que los gobiernos se acerquen a ciudadanos y empresas. Fue desarrollado por el Comité de Gobernanza Pública (PGC).

La integración constante de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana de personas, empresas y gobiernos (p. ej., computación en la nube, redes sociales, tecnología móvil) está ayudando al gobierno abierto y dando lugar a nuevas formas de participación y relaciones públicas que trascienden las esferas pública, privada y social.

Este nuevo entorno digital ofrece oportunidades para relaciones más colaborativas y participativas que permiten a las partes interesadas relevantes (es decir, ciudadanos, empresas y organizaciones no gubernamentales) a dar forma activamente a prioridades políticas, colaborar en el diseño de servicios públicos y participar en su prestación para proveer soluciones más coherentes e integrales a retos complejos.

La participación y producción de servicios habilitada por la digitalización está cambiando las expectativas de las personas sobre sus relaciones con los gobiernos. Como resultado, se necesitan nuevos enfoques de gobernanza pública para dar soporte al cambio de gobiernos que anticipan las necesidades de ciudadanos y empresas (enfoques centrados en el ciudadano) a ciudadanos y empresas que determinan sus propias necesidades y las abordan en alianza con los gobiernos (enfoques impulsados por los ciudadanos).

La difusión y adopción de tecnologías también está cambiando las expectativas sobre la capacidad de los gobiernos para crear valor público. Los gobiernos ya no pueden permitirse separar la eficiencia de otros objetivos de política social en la dirección y gestión de tecnologías digitales. La crisis económica y financiera está demostrando que la mejora en la prestación de servicios y la eficiencia del sector público interno van de la mano con el crecimiento económico, equidad social y los objetivos de buen gobierno, tales como mayor transparencia, integridad y participación ciudadana.

Este nuevo contexto de gobernanza digital y la multiplicación de opciones tecnológicas plantean desafíos y riesgos para los cuales los gobiernos deben prepararse. Las nuevas posibilidades y las cambiantes expectativas sociales que surgen de ellas, exigen que los gobiernos reexaminen sus enfoques y estrategias de gobierno. No hacerlo puede significar una pérdida acelerada de la confianza en el gobierno y una percepción de que está desconectado de las tendencias sociales y tecnológicas. Pero, ¿están los gobiernos realmente preparados para usar la tecnología digital para trabajar más estrechamente con los ciudadanos y las empresas, particularmente en un contexto de constantes restricciones presupuestarias?

El reto no es introducir tecnologías digitales en las administraciones públicas sino integrar su uso en los esfuerzos de modernización del sector público. Las capacidades del sector público, los flujos de trabajo, los procesos de negocios, las operaciones, las metodologías y marcos de trabajo deben adaptarse a las dinámicas y las relaciones que están evolucionando rápidamente entre los involucrados que ya están habilitados - y en muchos casos ya empoderados - por el entorno digital.

Para establecer enfoques más abiertos para formular políticas y proveer servicios públicos se requiere que los gobiernos se reorganicen según las expectativas, necesidades y requisitos asociados de los usuarios, en lugar de su propia lógica y necesidades internas. Con esta finalidad, las estrategias de gobierno digital deben integrarse firmemente en las políticas de modernización y diseño de servicios de tal manera que se incluyan los stakeholders relevantes de fuera del gobierno y se sientan responsables de los resultados finales de las reformas políticas importantes.

Este cambio de usar tecnología para dar forma a los resultados de la gobernanza pública - y no simplemente para apoyar los procesos gubernamentales - requiere una planificación coordinada y estratégica de las políticas para el uso de tecnologías digitales en todos los sectores y niveles de la administración pública. Sin embargo, los gobiernos siguen organizados en torno a unidades, cada una con responsabilidades y procesos definidos, así como problemas para integrar sus modos de trabajar. Es un gran desafío el crear un amplio compromiso político y la apropiación de la integración del gobierno digital en las estrategias generales de reforma del sector público. Los gobiernos necesitan garantizar que sus propias capacidades, normativas, estructuras y modelos de gestión de riesgos estén alineados con su visión estratégica del gobierno digital y viceversa. Es imperativo que los gobiernos también comprendan el nivel de madurez organizativa del sector público en relación con los métodos y enfoques de gestión de proyectos, y que sean capaces de alcanzar niveles adecuados de madurez en relación con sus necesidades y objetivos, para optimizar el impacto y los resultados de las inversiones en tecnología digital de gobierno.

El propósito de la Recomendación es ayudar a los gobiernos a adoptar enfoques más estratégicos para un uso de la tecnología que estimule gobiernos más abiertos, participativos e innovadores. Los actores clave responsables de la modernización del sector público en todos los niveles de gobierno (unidades de coordinación, ministerios y organismos públicos) encontrarán que Recomendación es relevante para establecer mecanismos de coordinación más efectivos, mejores capacidades y condiciones marco que mejoren la efectividad de las tecnologías digitales en la creación de valor público y fortalecer la confianza ciudadana.

Si bien el nivel de confianza obtenido en cada país depende en gran medida de su historia y cultura, la Recomendación puede ayudar a los gobiernos a usar la tecnología para una mayor agilidad y resiliencia y para fomentar instituciones públicas con visión de futuro. Esto puede aumentar la confianza pública mediante un mejor desempeño y servicios y políticas con mejor capacidad de respuesta, y puede movilizar el apoyo público para políticas gubernamentales ambiciosas e innovadoras.

En este sentido, los principios establecidos en la Recomendación respaldan un cambio en la cultura dentro del sector público: desde el uso de la tecnología para dar soporte a mejores operaciones del sector público hasta la integración de decisiones estratégicas sobre tecnologías digitales en la conformación de estrategias globales y agendas para la reforma y modernización del sector público. De esta manera la Recomendación ofrece orientación para una comprensión y pensamiento compartidos sobre cómo prepararse y aprovechar al máximo el cambio tecnológico y las oportunidades digitales en una perspectiva de largo plazo para crear valor público y mitigar los riesgos relacionados con: calidad de la prestación de servicios públicos, eficiencia del sector público, inclusión y participación social, confianza pública y gobernanza multinivel y multi-actor.

Desde el año 2000, el PGC ha desarrollado una amplia base de evidencia sobre gobierno digital en forma de datos, trabajo analítico y revisiones de países que muestran que los gobiernos están buscando formas de alinear las oportunidades tecnológicas con la demanda pública de un mejor desempeño y una mayor apertura, y para fortalecer los vínculos entre el gobierno digital y las agendas de reforma más amplias. Pero el trabajo de PGC también destaca que muchos gobiernos aún siguen una lógica de poner en internet los procesos y productos existentes y enfrentan desafíos relacionados con el mantenimiento de los sistemas tecnológicos establecidos durante las primeras oleadas de digitalización de la información y los servicios públicos. Además, muchos gobiernos no tienen la capacidad de monitorear los costos y beneficios de las nuevas tecnologías y tendencias (por ejemplo, el impacto del uso de las redes sociales y los datos abiertos sobre el creciente nivel y calidad de la participación pública) y de adaptarse al contexto digital que cambia rápidamente. Además, muchos también sienten la falta de apoyo político real para el uso de oportunidades digitales como un elemento integrado de las agendas globales de reforma del sector público.

Las fallas de los gobiernos en hacer la transición al nuevo entorno digital pueden tener consecuencias importantes, incluyendo pobre calidad de servicios, bajo rendimiento del gasto, brechas de privacidad y seguridad, así como la pérdida de la confianza de los ciudadanos. Por este motivo, las estrategias para un gobierno digital eficaz deben reflejar las expectativas públicas en términos de valor económico y social, apertura, innovación, servicios personalizados y diálogo con ciudadanos y empresas. En el Comunicado de la Reunión del PGC a nivel ministerial celebrada en Venecia en noviembre de 2010, los Ministros reconocieron la importancia de la tecnología como un aliado clave para fomentar la innovación en la gobernanza, gestión pública y prestación de servicios públicos, así como construir apertura, integridad y transparencia a fin de mantener la confianza [GOV/PGC/MIN(2010)4/FINAL]. La confianza en el gobierno es uno de los activos nacionales más preciados. También fue uno de los temas principales de la Reunión del Consejo Ministerial de la OCDE de 2013, en la que los Ministros acogieron con satisfacción la Agenda sobre “Confianza en el gobierno: evidencia, políticas y toma de decisiones” [C/MIN(2013)4/FINAL, Anexo III] .

La Recomendación se ha desarrollado a través de la Red de la OCDE sobre Gobierno Electrónico (la Red) de la PGC. En la reunión de la Red celebrada en México del 26 al 27 de marzo de 2012, los delegados subrayaron la necesidad de un instrumento de política sobre el gobierno digital [GOV/PGC/EGOV(2012)2].

Un Grupo de trabajo compuesto por 13 países miembros de la OCDE colaboró con la Secretaría en un borrador de principios que fue discutido por la Red en su reunión en Berna (Suiza) del 29 al 30 de octubre de 2013 [GOV/ PGC/EGOV(2013)1] . Los principios incorporados en la Recomendación también se beneficiaron de la consulta pública entre noviembre de 2013 y enero de 2014, y de la consulta realizada internamente dentro de la OCDE. Se consultó a la Comisión de Política de Economía Digital (CDEP) mediante un procedimiento escrito (4-23 de abril de 2014) y se proporcionaron comentarios útiles.

La Recomendación es el primer instrumento legal internacional sobre gobierno digital. Complementa y proporciona un contexto específico para la aplicación de otras Recomendaciones de la OCDE que contienen orientación y herramientas de política en varias áreas de política relacionadas. Ofrece un enfoque de gobierno integrado (“whole of government”) que aborda el papel transversal de la tecnología en el diseño e implementación de políticas públicas y en la entrega de resultados. Destaca la contribución crucial de la tecnología como motor estratégico para crear sectores públicos abiertos, innovadores, participativos y confiables, para mejorar la inclusión social y la rendición de cuentas del gobierno y para reunir a actores gubernamentales y no gubernamentales en la contribución al desarrollo nacional y crecimiento sostenible a largo plazo.

La Recomendación es aplicable a todos los niveles de gobierno (nacional, regional y local) y aborda las dimensiones que son relevantes para otros stakeholders de estrategias de gobierno digital. Tiene como objetivo ser aplicable a todos los Miembros y proporcionar pautas útiles para los no miembros adherentes que buscan abordar los desafíos e identificar buenas prácticas relacionadas con el desarrollo e implementación de estrategias de gobierno digital. Ofrece una valiosa orientación para los países, independientemente de su nivel de madurez de gobierno digital, marco institucional y grado de descentralización.

Finalmente, el uso de la tecnología para reunir a los stakeholders de todos los niveles de gobierno, y también de fuera del gobierno, para conseguir mejores resultados y resultados de políticas, requiere el desarrollo de capacidades individuales y colectivas para fortalecer el impacto del gobierno digital. El PGC alentó el desarrollo de un kit de herramientas de implementación con orientación detallada sobre los principios incorporados en la Recomendación una vez que el Consejo la haya adoptado. Este kit de herramientas, propondría indicadores y buenas prácticas para cada principio, ilustrado con ejemplos de todos los niveles de gobierno.

La recomendación fue adoptada por el Consejo de la OCDE el 15 de julio de 2014 [C(2014)88].

 

RECOMENDACIÓN DEL CONSEJO SOBRE ESTRATEGIAS DE GOBIERNO DIGITAL

EL CONSEJO,

TENIENDO EN CUENTA el Artículo 5 b) de la Convención de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos del 14 de diciembre de 1960;

VISTA la Recomendación del Consejo relativa a las Directrices que rigen la protección de la privacidad y los flujos transfronterizos de datos personales [C(80)58/FINAL, modificada]; la Recomendación del Consejo sobre la mejora de la calidad de la regulación gubernamental [C(95)21/FINAL]; la Recomendación del Consejo sobre la mejora de la conducta ética en el servicio público, incluidos los principios para la gestión de la ética en el servicio público [C(98)70/FINAL]; la Recomendación del Consejo sobre directrices para la seguridad de los sistemas de información y redes: hacia una cultura de la seguridad [C(2002)131/FINAL]; la Recomendación del Consejo sobre autenticación electrónica [C(2008)36]; la Recomendación del Consejo para el acceso mejorado y uso más efectivo de la información del sector público [C(2007)68]; la Recomendación del Consejo sobre la mejora de la integridad en la contratación pública [C(2008)105]; la Recomendación del Consejo sobre la protección de infraestructuras críticas de información [C(2008)35]; la Recomendación del Consejo sobre la protección de los niños en línea [C(2011)155]; la Recomendación del Consejo sobre Principios para la formulación de políticas de Internet [C(2011)154]; la Recomendación del Consejo sobre los Principios para la Gobernanza Pública de las Asociaciones Público-Privadas [C(2012)86]; la Recomendación del Consejo sobre servicios de itinerancia móvil internacional [C(2012)7]; la Recomendación del Consejo sobre Política y Gobernanza Regulatoria [C(2012)37]; la Recomendación del Consejo sobre inversiones públicas efectivas en todos los niveles de gobierno [C(2014)32]; la Recomendación del Consejo sobre la Gobernanza de los Riesgos Críticos [C/MIN(2014)8/FINAL];

VISTA la Agenda sobre “Confianza en el gobierno: evidencia, políticas y toma de decisiones” acogida por la Reunión del Consejo Ministerial de 2013 [C/MIN(2013)4/FINAL, Anexo III];

RECONOCIENDO que las inversiones públicas en gobierno digital se producen en todos los niveles de gobierno, creando así un contexto de responsabilidad compartida entre los niveles de gobierno;

RECONOCIENDO una nueva etapa de madurez en el uso de las tecnologías digitales por parte de los gobiernos y un cambio del gobierno electrónico al gobierno digital con miras a abrir, innovar y modernizar los sectores públicos;

RECONOCIENDO que, tanto en tiempos de presión fiscal como de expansión fiscal, los gobiernos requieren una mayor eficiencia y eficacia del gasto público, incluso para las tecnologías digitales;

RECONOCIENDO la necesidad de una visión común para garantizar la coherencia en el uso de las tecnologías digitales en todas las áreas de política y niveles de gobierno;

RECONOCIENDO que el gobierno digital puede hacer una contribución crucial al desarrollo sostenible y el crecimiento a nivel nacional y subnacional, así como anticipar los pasos actuales y futuros necesarios para aumentar la confianza y el bienestar de los ciudadanos;

OBSERVANDO que la OCDE desempeña un papel de liderazgo en el apoyo al uso de la tecnología para promover el buen gobierno a nivel nacional y subnacional;

CONSIDERANDO el documento de antecedentes sobre los principios consagrados en la presente Recomendación señalada por la Red sobre el Gobierno Electrónico del Comité de Gobernanza Pública [GOV / PGC / EGOV (2013) 1];

A propuesta del Comité de Gobernanza Pública:

I.      ACUERDA que, a los efectos de la presente Recomendación, se utilicen las siguientes definiciones:

·      Gobierno Electrónico se refiere al uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC), y particularmente la internet, como una herramienta para lograr un mejor gobierno.

·      Gobierno Digital se refiere al uso de las tecnologías digitales, como parte integrante de las estrategias de modernización de los gobiernos, para crear valor público. Se apoya en un ecosistema de gobierno digital compuesto por actores de gobierno, organizaciones no-gubernamentales, empresas, asociaciones de ciudadanos y personas que apoyan la producción y el acceso a datos, servicios y contenido mediante interacciones con el gobierno.

·      Tecnologías Digitales se refiere a las TIC, incluyendo la internet, tecnologías y dispositivos móviles, así como análisis de datos usados para mejorar la generación, recojo, intercambio, agregación, combinación, análisis, acceso, búsqueda y presentación de contenido digital, incluyendo el desarrollo de servicios y apps.

·      Valor público se refiere a diferentes beneficios para la sociedad que pueden variar dependiendo de la perspectiva o los actores, incluidos los siguientes:

1.       Bienes y servicios que satisfacen los deseos de ciudadanos y clientes;

2.       Opciones de producción que cumplan con las expectativas de justicia, equidad, eficiencia y eficacia de los ciudadanos;

3.       instituciones públicas debidamente ordenadas y productivas que reflejen los deseos y preferencias de los ciudadanos;

4.       equidad y eficiencia de distribución;

5.       uso legítimo de los recursos para lograr propósitos públicos; y

6.       innovación y adaptabilidad a las preferencias y demandas cambiantes.

 

II.    RECOMIENDA que los gobiernos desarrollen e implementen estrategias de gobierno digital que:

1.       Incluyan una mayor transparencia, apertura e inclusión de los procesos y operaciones gubernamentales mediante:

i)      la adopción de procesos abiertos e inclusivos, accesibilidad, transparencia y rendición de cuentas entre los principales objetivos de las estrategias nacionales de gobierno digital;

ii)    la actualización de la normativa sobre rendición de cuentas y transparencia que reconocen los diferentes contextos y expectativas generados por las tecnologías digitales y los enfoques impulsados por la tecnología;

iii)  tomar medidas para abordar las "brechas digitales" existentes (es decir, el hecho de que las sociedades se pueden dividir en personas que sí tienen y personas que no tienen acceso a la tecnología digital y la capacidad de usar las tecnologías digitales) y evitar la aparición de nuevas formas de “exclusión digital” (es decir, no poder aprovechar los servicios y oportunidades digitales).

2.       Impulsen el compromiso y la participación de colaboradores ​​públicos, privados y el conjunto de la sociedad civil en el desarrollo de políticas y en el diseño y provisión de servicios públicos, mediante:

i)      el abordaje de temas relacionados con los derechos de los ciudadanos, organización y asignación de recursos, adopción de nuevas normas y estándares, uso de herramientas de comunicación y desarrollo de capacidades institucionales para ayudar a facilitar la participación de todos los grupos etarios y segmentos de población, en particular mediante la definición de responsabilidades y procedimientos (por ejemplo, adopción de directrices que definen los roles y procedimientos para establecer y administrar cuentas oficiales del gobierno en las redes sociales, normas de intercambio de datos);

ii)    identificación e involucramiento de organizaciones no gubernamentales, empresas o ciudadanos para formar un ecosistema de gobierno digital para la provisión y el uso de servicios digitales. Esto incluye el uso de modelos de negocios para motivar la participación de los actores relevantes para ajustar la oferta y la demanda; y el establecimiento de un marco de colaboración, tanto dentro del sector público como con actores externos.

3.       Arraiguen en el sector público una cultura basada en los datos, mediante:

i)      el desarrollo de marcos para permitir, guiar y fomentar el acceso, uso y reutilización de la creciente cantidad de evidencia, estadísticas y datos relativos a operaciones, procesos y resultados para (a) aumentar la apertura y transparencia, y (b) incentivar la participación pública en la formulación de políticas, creación de valor público, diseño y prestación de servicios;

ii)    el equilibrio de la necesidad de proveer datos oficiales oportunos con la necesidad de proveer datos confiables, gestionar los riesgos de uso indebido de datos relacionados con la mayor disponibilidad de datos en formatos abiertos (es decir, permitir el uso y la reutilización, y la posibilidad de que actores no gubernamentales reutilicen y provean datos con el fin de maximizar el valor público económico y social).

4.       Establezcan un marco de gestión de riesgos para garantizar la seguridad digital y la preservación de la privacidad, así como adoptar medidas de seguridad efectivas y apropiadas, a fin de aumentar la confianza en los servicios gubernamentales.

 

III.  RECOMIENDA que, al desarrollar sus estrategias de gobierno digital, los gobiernos deberían:

5.       Asegurar el liderazgo y el compromiso político con las estrategias, a través de una combinación de esfuerzos dirigidos a promover la coordinación y colaboración interministerial, establecer prioridades y facilitar el compromiso y la coordinación de las agencias pertinentes en todos los niveles de gobierno en procura de la agenda digital de gobierno.

6.       Asegurar el uso coherente de tecnologías digitales en áreas políticas y en los diferentes niveles de gobierno, para lo cual deben:

i)      comprometer a los stakeholders relevantes y otros niveles de gobierno en proveer insumos para el desarrollo de la estrategia del gobierno digital;

ii)    integrar la estrategia de gobierno digital en las reformas generales de la administración pública;

iii)  identificar la complementariedad, el alineamiento y refuerzo mutuo entre la estrategia de gobierno digital y otras estrategias sectoriales relevantes;

iv)   proporcionar, a la institución formalmente responsable de la coordinación de gobierno digital, los mecanismos para alinear las opciones estratégicas generales sobre inversiones en tecnologías digitales con el despliegue tecnológico en diversas áreas de política.

7.       Establecer marcos efectivos de organización y gobernanza para coordinar la implementación de las estrategias digitales en los distintos niveles de gobierno, a través de:

i)      identificar responsabilidades claras para asegurar la coordinación general de la implementación de la estrategia de gobierno digital;

ii)    establecer un sistema de "pesos y contrapesos " de las decisiones de gobierno sobre gastos en tecnología con el fin de aumentar el nivel de rendición de cuentas y la confianza pública, y para mejorar la toma de decisiones y la gestión y así minimizar los riesgos de errores y retrasos en los proyectos.

8.       Fortalecer la cooperación internacional con otros gobiernos para servir mejor a ciudadanos y empresas a través de las fronteras y maximizar los beneficios que pueden surgir del intercambio temprano de conocimientos y la coordinación de estrategias digitales a nivel internacional.

 

IV.  RECOMIENDA que, al implementar las estrategias de gobierno digital, los gobiernos deberían:

9.       Disponer de modelos de negocio claros que garanticen la sostenibilidad de las inversiones en la implementación de las estrategias digitales, mediante:

i)      la articulación de la propuesta de valor para todos los proyectos por encima de un determinado umbral presupuestal para identificar los beneficios económicos, sociales y políticos esperados a fin de justificar las inversiones públicas y mejorar la gestión del proyecto;

ii)    el involucramiento de stakeholders clave en la definición de los casos de negocio (incluyendo propietarios y usuarios de servicios finales, diferentes niveles de gobiernos involucrados o afectados por el proyecto, y proveedores de servicios del sector privado o sin fines de lucro) para garantizar la aceptación y distribución de beneficios realizados.

10.   Reforzar las capacidades institucionales para gestión y seguimiento de implementación de proyectos, mediante:

i)      adoptar enfoques estructurados sistemáticamente, también para la gestión de riesgos, que incluyen un aumento en la cantidad de evidencia y datos recolectados en el curso de la implementación del proyecto y la provisión de incentivos para aumentar el uso de datos en el monitoreo de desempeño de los proyectos;

ii)    garantizar la disponibilidad, en cualquier momento, de una imagen completa de las iniciativas digitales en curso para evitar la duplicación de sistemas y conjuntos de datos;

iii)  establecer marcos de evaluación y medición de desempeño de proyectos en todos los niveles de gobierno, y adoptar y aplicar de manera uniforme estándares, guías, normativas para adquisiciones y cumplimiento de marcos de interoperabilidad, para rendición de informes y liberación condicionada de fondos;

iv)   reforzar las habilidades digitales y de gestión de proyectos del sector público, movilizando colaboraciones y/o asociaciones con actores del sector privado y no gubernamental, según sea necesario;

v)    realizar de manera temprana el compartir, probar y evaluar prototipos con la participación de los usuarios finales esperados para permitir los ajustes y el despliegue exitoso de los proyectos.

11.   Adquirir tecnologías digitales basadas en la evaluación de activos existentes, incluyendo habilidades digitales, perfiles de puesto, tecnologías, contratos, acuerdos interinstitucionales para incrementar la eficiencia, dar soporte a la innovación y sostener de mejor manera los objetivos establecidos en la agenda general de modernización del sector público. Las reglas de adquisición y contratación deben actualizarse, según corresponda, para que sean compatibles con los métodos modernos de desarrollo y despliegue de tecnología digital.

12.   Garantizar que los marcos de regulación, tanto los aplicables a políticas sectoriales como los transversales, tengan en cuenta  las nuevas oportunidades que ofrecen las tecnologías digitales, mediante:

i)      revisiones según corresponda;

ii)    inclusión de evaluaciones de implicaciones de las nuevas leyes sobre las necesidades digitales de los gobiernos como parte del proceso de evaluación de impacto regulatorio.

V.   INVITA al Secretario General a difundir la Recomendación.

VI.  INVITA a los Miembros a difundir esta Recomendación en todos los niveles de gobierno.

VII.     INVITA a los no miembros a tener en cuenta y adherirse a esta Recomendación.

VIII.   ENCARGA al Comité de Gobernanza Pública a que supervise la aplicación de esta Recomendación e informe al respecto al Consejo a más tardar tres años después de su adopción y posteriormente de forma periódica, en particular en consulta con la Comisión de Política de Economía Digital.